A veces me dan muchas ganas de escribir, pero así como vienen se van, llegan muchas ideas a mi cabeza, trató de unirlas, pero es al momento de estar frente a mi PC en que se esfuman esas ideas, en que retraso su escritura y enlace y no halló una razón importante para escribir, ¿Para qué escribo? Para sentirme bien, para que nadie lo lea, para que alguien lo lea, para que alguien se ría, para que alguien se burle, para olvidar, para recordar, hay tantas razones y al final cancelo el texto y cierro el word para escribir mañana, así ha pasado mas de un año desde la última vez que publiqué en mi blog.
Vuelvo a mi blog, el que creé durante mi vida de desengañado, el que me aliviaba un poco después de una tristeza, el que me dejaba expresar mis ideas, el que me alejaba un poco de todo, donde podia ser o no ser yo o ser otro o ser varios, vuelvo porque escribir a veces se vuelve un deporte de aventura, puede ser un riesgo plasmar en escrito lo que está en tu cabeza y a la vez es un constante aprender y es una invitación a leer, pero más que todo vuelvo porque después de escribir me siento un poquito más feliz.
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