Me encontré en un centro comercial con una amiga, preocupada por muchas cosas, conversamos por breves instantes y me despedí diciéndole : "Te frustrarás muchísimas veces, amiga, pero por lo menos duermes tranquila".
La última frase me quedó sonando en los oídos hasta que me di cuenta de que no era cierta.
No solo los probos duermen sin sobresaltos. También lo hacen los que carecen de conciencia moral, aquellos que no han alcanzado la capacidad de darse cuenta que la razón de nuestra presencia en el mundo es ser mejores que nuestros antecesores.
Lo que ocurre es que los inmorales, sus cómplices y los que a su alrededor se agrupan se niegan a ver una realidad : la sociedad hubiese sido éticamente superior sin su presencia y existencia malignas.
¿Y como repercutirá un actuar inmoral en su propia familia?
Profundos resentimientos y traumas psíquicos y es a la vez semilla tóxica con la que tendrán que cargar los propios descendientes.Algunos se identificarán con el inmoral, repitiendo o empeorando esa condición. Otros cargarán con la culpa y la verguenza, hasta del propio apellido. La familia se dividirá, aliándose los similares y excluyendo a los distintos. En un sistema familiar y social, se quiera o no, lo que hace uno repercute en los demás.
¿Y quienes durmen con sobresaltos?
Probablemente algunos serán los que tienen un conflicto interno entre su super Yo y su aspecto impulsivo que induce a lo placentero; quizás otros estén en el grupo de los que han tenido padres muy rígidos que los persiguen hasta cuando duermen. No es posible generalizar.
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