Alianza Lima, a un minuto del final, vencía a Universidad de Chile en su propio estadio por 2 a 1 y, gracias a los dos goles del equipo peruano en tierras chilenas, conseguía la clasificación a los cuartos de la Copa Libertadores y se metía entre los ocho mejores equipos del continente.
El equipo de Gustavo Costas aguantaba y soportaba los embates de los locales, que habían ganado en Perú uno a cero pero que se quedaban afuera por los goles visitantes de Alianza Lima. En el tercer minuto de agregado, en la última jugada de la noche, una volea de Felipe Seymour se desvió en un defensor rival y, con un par de jugadores chilenos en offside, la pelota cruzó la línea de cal del arco defendido por los peruanos.
Inmediatamente después del agónico gol de los locales, el juez de línea Luis Alvarado cobró el offside y anuló el tanto de Seymour. Tras el fallo del línea, el árbitro Carlos Vera se acercó a hablar con su colega y, en gran parte por la presión de la hinchada local, de los jugadores chilenos y del DT, Gerardo Pelusso, Vera cambió su decisión y convalidó el gol.
La decisión de la inexperta terna ecuatoriana provocó la explosión de los jugadores aliancistas y de su técnico, el argentino Gustavo Costas. “Qué no nos roben así” fue la suplica del ex entrenador de Racing. Ahora el club peruano le pedirá a la FIFA que revea el resultado. Parece difícil que lo modifiquen, por lo que los chilenos continuarán en la Copa mientras los peruanos lo verán, injustamente, por la TV.
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